miércoles, 7 de febrero de 2018

Crónica segunda semifinal

Varios de los protagonistas de la segunda semifinal repetirán sin duda el viernes. Noche de gran nivel en la que ya muchos reparten premios. Sin embargo el nivel del concurso, este año hace pensar, que hasta el rabo, todo será toro. 

LAS EMPODERADAS, PIERDEN PODER



El nivel de la noche no favoreció a los Chungos que actuaron en primera posición. Su parodia de las mujeres empoderadas es tan excesiva que en algunas partes resulta grosera. 

Su actuación encierra un potente mensaje reivindicativo, para muestra, su apoyo a la huelga del 8M o sus pasodobles dedicados al machismo o a las diferencias laborales entre hombres y mujeres. Sin embargo su descaro y el uso de determinado lenguaje hace que en ocasiones roce lo vulgar. Son conscientes de ello y así lo declaran en su cuplé. Está claro que cada uno hace el carnaval que quiere y Los Chungos defienden el suyo como nadie. 

LOS JEDIONDOS, SI NOS GUSTAN


Ni la sopa de sobre, ni el sprite, ni el humo de un cigarro, ni los carnavales, ni el alcalde...a los Jediondos no les gusta casi nada. Pero ellos si gustan y mucho. Han mejorado su pase de preliminares, tanto en letra como el ejecución y sin duda han presentado muchos argumentos para estar entre los primeros puestos del viernes.

En el primer pasodoble parece que tratan el tema del independentismo pero dan un giro y hablan sobre los problemas de nuestra región y en el segundo cantan a las bodas de los murgueros. Una genialidad escribir pasodobles en tono de humor. 
En los cuplés vuelven a ser protagonistas los patos del Guadiana y el partido popular y el tiempo que lleva en el Ayuntamiento.

Su estribillo, en el que venden piso en Badajoz, es de los mejores del COMBA. 

LOS DIOSES SON ELLOS



Los Water se confirman como una de las murgas favoritas de este 2018. 
Más aplaudidos en los pasodobles que en los cuplés, en el primero cantan a Badajoz y en el segundo, aprovechando el tipo, hacen una crítica a los curas pederastas. 

El popurrí, para mí lo mejor de su repertorio, alterna cuartetas de humor bastante absurdo como "angelito del olvido" con otras muy ocurrentes como la de la creación, incluida la hazaña de conseguir el blanco roto o que suba el bizcocho. 
Su despedida, los mandamientos carnavaleros, es para imprimirla y ponerle un marco.

LAS POLICHINELAS TIENEN CONCIENCIA



Las Polichinelas son conscientes de que su techo a día de hoy está en semifinales. 

Cantaron dos pasodobles de los que buscan tocar la fibra sensible y los defendieron con solvencia. Repitieron el primer cuplé (única murga de la noche en hacerlo) y por contra cantaron uno muy actual al error de las pantallas al publicar los clasificados. Bien escrito y bien ejecutado para ser un cuplé de última hora.

Salieron al escenario sin presión, disfrutaron de la actuación e hicieron disfrutar. 

UNA MADRE, ES UNA MADRE.



Cuando todos estábamos intentando decidir entre Los Water o Los Jediondos (con esa fea costumbre que tenemos los carnavaleros de repartir premios antes de tiempo) llegan Los 3W y rompen los esquemas. 
Suya fue la mejor actuación de la noche. No es fácil cantar en último lugar y hacerlo tras las actuaciones de pesos pesados del concurso, pero las madres lo dieron todo y el público lo pasó en grande con ellos. 

En el primer pasodoble denuncian la violencia en el fútbol, tema que aún no habíamos escuchado este concurso y en el segundo critican el descuido al que sometemos a los padres una vez que son mayores. 
Los cuplés, de los mejores de esta semifinal, hicieron reír al público a carcajadas. 
El baile de Gumersinda y Adriana en las bodas durante el popurrí, es sin lugar a dudas uno de los puntazos de este carnaval. 

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